El veterano de Pride y UFC, Kevin Randleman, ha vuelto a ser noticia por cuestiones extredeportivas. Si a principios de este año conmocionaba a sus aficionados al ser ingresado de gravedad por un fallo hepático, ahora lo vuelve a hacer por sus problemas con la justicia.
«The Monster» fue detenido ayer en Goodsprings, Nevada, al Sur de Las Vegas, por conducir ebrio. Además, se le inputan otros cargos como exceso de velocidad, conducción sin una licencia válida, intimidación a un cargo público, así como de destrucción de la propiedad pública.
Randleman, de quien se venía rumoreando en las últimas semanas su posible vuelta a UFC, se encuentra ahora retenido, a la espera de una vista que tendrá lugar en la mañana de hoy viernes.