El documento explica que el valetudo es "un enfrentamiento sin reglas que permite golpear con brazos, codos, piernas, rodillas, tanto de pie como en el suelo, así como hacer estrangulamientos" y la actividad no cuenta con la autorización de la Generalitat. Bonías denuncia que estos combates van a realizarse en un gimnasio privado (Eres Max Gym de Castellón) y que se va a celebrar sin la presencia de un delegado federativo o de árbitros. El presidente de la Federación de Boxeo dice desconocer si estarán presentes una ambulancia y un médico deportivo con licencia federativa y recuerda que hace 32 años que no se produce ningún fallecimiento como consecuencia de la práctica del boxeo. Tampoco conoce si "todos los participantes estarán asegurados ante cualquier posibilidad de lesión", por lo que pide a las autoridades que impidan la celebración de los combates.

Lloris señaló en un comunicado que el intendente principal, Leopoldo Bonías Pérez-Fuster, y el inspector Antonio Camarasa Soler han impartido recientemente formación en las dependencias de la empresa de seguridad privada Levantina, "vinculada a un dirigente de la extrema derecha local y conocida en la ciudad por las numerosas denuncias a las que ha tenido que hacer frente en relación a actuaciones violentas".

La edil explicó que el propietario de Levantina, José Luis Roberto, es también "el principal dirigente del partido España 2000, formación política que ha protagonizado durante los últimos años diversas actuaciones xenófobas en el barrio de Russafa".

Cabe recordar que Bonías fue jefe de la Policía Local de Xirivella y tuvo graves problemas en ese municipio, que incluso llegaron a los tribunales, como también los tuvo en Paterna

Hasta aquí lo que se ha podido leer en la prensa local estos días, que es bastante preocupante por si mismo. Pero si miramos un poco en la hemeroteca y nos remontamos hasta el año 2000 encontramos un interesante artículo en la revista Ardi Beltza titulado�? Bandas parapoliciales operan en Valencia con total impunidad�?. En el artículo se nos habla de la convivencia de Levantina de Seguridad, vinculada a la extrema derecha, con la Policía Local del municipio de Paterna. Según dicho artículo el jefe de la Policía local de Paterna en ese momento, el mismo Leopoldo Bonias que cita la diputada socialista, lideraba una banda parapolicial que dejaba tras de si denuncias por amenazas, vejaciones, agresiones y presuntos asesinatos. Bonias, ex Sargento del Ejército español y licenciado en psicología, era entonces el presidente de la Asociación de Jefes de la Policía Local y máximo valedor del sindicato CESIF en el cuerpo.

Era práctica habitual en Paterna el mobbing o acoso laboral a los agentes de otros sindicatos y los afines a Bonias llegaban a recibir suplementos salariales de hasta 40.000 pts y escaners con la intención de captar la onda de la Policía Nacional y así anticiparse en la captura de delincuentes. También en Paterna Bonias organizaba cursos para sus afiliados del CSIF ( aunque se desconoce si entonces también estaban impartidos por Levantina).

En aquella época, 1998- 2000, se le concedieron a Levantina de Seguridad la custodia de numerosos edificios municipales tales como el Ayuntamiento o la Piscina Municipal. También en esas fechas la Policía Local autorizó la realización de un concierto nazi en el Polígono de Llanda. Mientras en las calles del valenciano pueblo de Paterna se vivía un clima que muchos calificaban parecido a un estado policial: controles autobuses escolares para exigirles la documentación, cacheos y vejaciones alumnos y profesores de una escuela taller, agresiones y palizas a menores detenidos, persecuciones a ladrones de coches que acaban con el presunto caco muerto en una cuneta, etc. Las presiones del sindicato CCOO motivaron meses después el traslado de Bonias a Valencia. Leopoldo Bonias ya tenia una sentencia condenatoria anterior, el Tribunal Supremo lo condenó en relación a una actuación policial cuando este trabajaba en la comisario del Ayuntamiento de otro municipio valenciano Xirivella. Tal y como recoge la prensa local en febrero de 1985, el alcalde y otros concejales de Xirivella fueron hasta la comisaria con el fin de realizar una inspección ante las continuas insubordinaciones que estaba cometiendo el sargento Bonias. Fue entonces que Bonias amenazó a una concejala con su arma y exigió a los agentes bajo su mando que dispararan si algunos de los ediles intentaba entrar en la comisaria.

Tras ese incidente el policía fue retirado cautelarmente del cargo, este alego locura transitoria para justificar los hechos. A pesar de estro años después vuelve a trabajar en Paterna y ahora es de nuevo noticia en Valencia.