Soy el unico que se pone de lo nervios escuchando "hogal" "polque nadie.." "eso es algo de admiral" "a la hora de hablal" "la vida da vuelta y dios te lo puede quitál" menudo flipao.. soltandote el "disculsito"
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7/05 Pacquiao vs Mosley
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declaraciones de Pacman (fuente: facebook):
"My biggest fight is not in boxing, but it's to end poverty in my country. I will be wearing Yellow Gloves for this fight as a sign of unity. Please join me and wear yellow as well."
Traducido:
"My mayor lucha no es en boxeo, sino que es acabar con la pobreza en mi pais. Llevare guantes amarillos en este combate como simbolo de unidad. Por favor unios a mi y llevad algo amarillo tambien"
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Pacquiao vs. Mosley en pelea desigual
Manny Pacquiao es el centro de atención en Las Vegas... y el favorito ante Shane Mosley
Por Diego Morilla
ESPNdeportes.com
LAS VEGAS -- La grandeza de la pelea de este sábado ha estado cuestionada desde que se firmara.
Para algunos, es meramente un combate intermedio o preparatorio para el verdadero combate que todos quieren ver entre Pacquiao y Mayweather. Para algunos, es un combate tan competitivo como cualquier otro.
Pero para Manny Pacquiao, protagonista indiscutido del evento de este sábado y oficialmente proclamado como el mejor boxeador del mundo libra por libra tras la salida de los rankings de Floyd Mayweather Jr. debido a su prolongada inactividad, la pelea grande, la más digna de ser peleada, todavía está por delante. Y el enemigo, nos dice el campeón de origen filipino, es el desafío más formidable que se pueda imaginar.
"Toda mi vida he tenido que pelear. Como niño he peleado para comer. Y ahora cuando peleo los filipinos me llaman payani o héroe. Yo creo que este mundo necesita más héroes. Mi mayor pelea no es en el boxeo. Mi mayor pelea en la vida es terminar con la pobreza en mi país. En este sábado voy a usar guantes amarillos como símbolo de la unidad, para terminar con la pobreza. Los invito a todos a vestir de amarillo el sábado para que podamos ganar esta pelea juntos y unidos," dijo Manny Pacquiao en un emotivo y sorprendente mensaje leído hacia el final de su aparición en la conferencia de prensa previa a su combate de este sábado ante Shane Mosley en el MGM Grand de esta ciudad.
"La gente se olvida de que estos dos tipos son dos grandes personas que simplemente saben pelear muy bien", había dicho momentos antes el entrenador de Mosley, Nazeem Richardson, resumiendo sin saberlo la sensación que dejaría Pacquiao con su sorprendente declaración. Y esa noción sería refrendada luego por el filipino durante su breve pero muy aplaudida alocución.
"Estoy feliz de que no haya habido insultos en esta pelea, y es un buen ejemplo para los chicos que idolizan a los peleadores, porque todos somos amigos y nos llevamos bien, y no nos hace falta insultarnos para vender la pelea", dijo Pacquiao, rodeado de su equipo que incluye incluso al gobernador de su provincia de Sarangani, Chavet Singson, y obviamente a su inefable entrenador Freddie Roach.
o8220; Cuando se habla de Mosley, se habla de un gran peleador, una leyenda. Mosley no tiene que igualar a Pacquiao, porque Mosley tiene sus propias herramientas para mostrar en esta pelea.
o8221; -- Nazeem Richardson, entrenador de Mosley
Amplio favorito para ganar este combate, Pacquiao (52-3-2, 38 KOs) ya es, a sus jóvenes 32 años, el boxeador zurdo más exitoso de todos los tiempos, y también el mejor peleador asiático de la historia. Es el primer boxeador en ganar un total de 8 campeonatos mundiales (reconocidos alternativamente por organismos rectores o por carácter transitivo linear) en igual número de divisiones, un logro que seguramente será difícil de igualar. Desde su debut en el peso mosca a sus 16 años en 1995, Pacquiao ha transitado por 10 divisiones, y no ha dado señales de perder un ápice de su velocidad, su energía y su imparable volumen de golpes.
Nadie ha podido doblegarlo en más de dos ocasiones, y si efectivamente realiza un combate ante Juan Manuel Márquez en su próximo compromiso y derrota al enorme campeón mexicano de manera convincente (luego de empatar y ganar en dos cerrados y memorables combates), entonces no habrá un solo púgil en la tierra que pueda alegar fehacientemente su superioridad sobre Pacquiao.
El actual congresista de su país es quizás el rostro del boxeo en el mundo actualmente, y ante Mosley (46-6-1, 39 KOs) tendrá a un púgil que marcó, con un enorme esfuerzo y una inagotable voluntad de éxito, una época en el boxeo a fuerza de venir deshacer mitos y de imponerse ante cualquier desafío. Saltó a la fama como el primer escollo en el camino de Oscar de la Hoya (a quien venció dos veces en memorables choques llenos de acción y gran boxeo) hacia una mayor gloria, siendo hasta hoy el único en doblegar al Niño de Oro en dos oportunidades. Destruyó, a pesar de no haberse hecho un nombre como pegador, a dos sólidos y rudos campeones como Ricardo Mayorga y Antonio Margarito, y hasta dejó una imagen de valentía y arrojo extraordinarios en sus dos mayores derrotas, ambas ante el gran Vernon Forrest allá por el 2002. La posibilidad, entonces, de que Mosley baje del pedestal a otro grande de su época no parece muy lejana.
"Cuando se habla de Mosley, se habla de un gran peleador, una leyenda", dijo Richardson sobre su pupilo. "Mosley no tiene que igualar a Pacquiao, porque Mosley tiene sus propias herramientas para mostrar en esta pelea.
Pero el factor esencial de esta ecuación es el momento que viven ambos actualmente. Mientras que Pacquiao viene montado en una racha de 13 victorias consecutivas (y de 26-1-2 en los últimos 12 años) ante boxeadores de primer nivel, Mosley viene de una deslucida racha de 2-2-1 en sus últimos cinco pleitos, incluyendo un muy mediocre empate ante Sergio Mora en su último compromiso, y una amplia derrota ante Floyd Mayweather Jr. en el pleito anterior. El último asalto que ganó Mosley fue el segundo asalto de su choque ante Mayweather, hace ya un año atrás, pero ese round fue probablemente el más complicado que tuvo que vivir Mayweather en mucho tiempo. No exageramos si decimos que un Mosley en mejor estado hubiese logrado un mucho mejor combate en aquella ocasión, y la posibilidad de que revierta aquella impresión en esta oportunidad no es de lo más esperable. Aún así, las expectativas siguen muy altas.
o8220; Este ha sido el mejor campamento hasta ahora, y Manny está en gran forma. Quiere seguir entrenando hoy también, pero yo lo quiero dejar descansar. Así que voy a tener que negociar con él.
o8221; -- Freddie Roach, entrenador de Pacquiao
"Este ha sido el mejor campamento hasta ahora, y Manny está en gran forma. Quiere seguir entrenando hoy también, pero yo lo quiero dejar descansar. Así que voy a tener que negociar con él", afirmó entre risas Roach a su turno de dar cuenta de lo que espera de su pupilo. Minutos antes, Bob Arum había presentado a Roach comparándolo con leyendas como Eddie Futch y Ray Arcel, dos grandes entrenadores de antaño y verdaderos íconos de la profesión.
"Todos trabajamos duro para esta pelea, y estamos listos", retrucó Mosley a su turno, con un tono lento y trabado que da a entender que sus años de batalla sobre el ring puedan estar afectándolo peligrosamente. "Le agradezco a Pacquiao porque esta pelea no se hubiese hecho si él no quería, y quizás le agradezco un poco a Mayweather también", concluyó el campeón aludiendo a la negativa constante de Pretty Boy Floyd de enfrentar a Pacquiao y así posibilitarle esta oportunidad en la que intentará dar la sorpresa ante el mejor púgil del mundo en estos momentos.
"Estamos aquí para presenciar la mayor sorpresa en la historia del boxeo, que es la victoria de Shane Mosley sobre Manny Pacquiao", dijo escuetamente el siempre locuaz James Prince, representante de Mosley, al que luego comparó con aquel Diego Corrales que sorprendió a José Luis Castillo en un memorable combate en este estadio hace ya varios años.
A su turno, el promotor de la velada, Bob Arum, soltó un poco más la lengua para dar cuenta del amplio rango de actividades de su pupilo.
"Hay tantas cosas para decir. Podemos hablar de su carrera como músico", dijo Arum, quien mencionó que Manny va a cantar después de la pelea en el Mandalay Bay Beach Party, en la única fiesta oficial posterior al pleito donde cantará en vivo su nuevo éxito "Cuando nos tocamos" lanzado oficialmente en iTunes y otras plataformas recientemente. "Puedo hablar de sus aspiraciones políticas también", afirmó Arum, mencionando que el sistema de bienestar social en las Filipinas lleva el nombre de Manny Pacquiao, debido a su apoyo constante a becas escolares, escuelas, hospitales, etc. "Y encima", concluyó Arum, "es un gran peleador".
Evitando dar pronósticos, Pacquiao se despidió diciendo que "es bueno regresar a Las Vegas. El sábado estoy bastante seguro de que voy a ganar la pelea, pero nuestra principal preocupación es hacer una gran pelea para la gente. Nos vamos a asegurar de que sea una gran pelea y que la gente salga feliz", indicó Pacquiao, señalando que la pelea estaba completamente vendida con 16.000 boletos agotados en el estadio y una gran compra de sistemas pay-per-view ya contratadas, y dándole crédito a su rival y su vistoso estilo como responsable partícipe de ese éxito. "He peleado con otros peleadores aquí y no se han vendido todos los boletos, pero con Mosley está todo vendido", dijo el filipino.
El locuaz y siempre acertado entrenador de Mosley Nazeem Richardson concordó en términos sencillos pero claros.
"Nunca nadie ha dicho que quieren que les devuelvan el dinero después de ver pelear a Pacquiao o Mosley, y esta no va a ser la primera vez que pase eso", concluyó el veterano entrenador.
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Pacquiao vs. Mosley en pelea desigual
Manny Pacquiao es el centro de atención en Las Vegas... y el favorito ante Shane Mosley
LAS VEGAS -- La grandeza de la pelea de este sábado ha estado cuestionada desde que se firmara.
Para algunos, es meramente un combate intermedio o preparatorio para el verdadero combate que todos quieren ver entre Pacquiao y Mayweather. Para algunos, es un combate tan competitivo como cualquier otro.
Pero para Manny Pacquiao, protagonista indiscutido del evento de este sábado y oficialmente proclamado como el mejor boxeador del mundo libra por libra tras la salida de los rankings de Floyd Mayweather Jr. debido a su prolongada inactividad, la pelea grande, la más digna de ser peleada, todavía está por delante. Y el enemigo, nos dice el campeón de origen filipino, es el desafío más formidable que se pueda imaginar.
"Toda mi vida he tenido que pelear. Como niño he peleado para comer. Y ahora cuando peleo los filipinos me llaman payani o héroe. Yo creo que este mundo necesita más héroes. Mi mayor pelea no es en el boxeo. Mi mayor pelea en la vida es terminar con la pobreza en mi país. En este sábado voy a usar guantes amarillos como símbolo de la unidad, para terminar con la pobreza. Los invito a todos a vestir de amarillo el sábado para que podamos ganar esta pelea juntos y unidos," dijo Manny Pacquiao en un emotivo y sorprendente mensaje leído hacia el final de su aparición en la conferencia de prensa previa a su combate de este sábado ante Shane Mosley en el MGM Grand de esta ciudad.
"La gente se olvida de que estos dos tipos son dos grandes personas que simplemente saben pelear muy bien", había dicho momentos antes el entrenador de Mosley, Nazeem Richardson, resumiendo sin saberlo la sensación que dejaría Pacquiao con su sorprendente declaración. Y esa noción sería refrendada luego por el filipino durante su breve pero muy aplaudida alocución.
"Estoy feliz de que no haya habido insultos en esta pelea, y es un buen ejemplo para los chicos que idolizan a los peleadores, porque todos somos amigos y nos llevamos bien, y no nos hace falta insultarnos para vender la pelea", dijo Pacquiao, rodeado de su equipo que incluye incluso al gobernador de su provincia de Sarangani, Chavet Singson, y obviamente a su inefable entrenador Freddie Roach.
Amplio favorito para ganar este combate, Pacquiao (52-3-2, 38 KOs) ya es, a sus jóvenes 32 años, el boxeador zurdo más exitoso de todos los tiempos, y también el mejor peleador asiático de la historia. Es el primer boxeador en ganar un total de 8 campeonatos mundiales (reconocidos alternativamente por organismos rectores o por carácter transitivo linear) en igual número de divisiones, un logro que seguramente será difícil de igualar. Desde su debut en el peso mosca a sus 16 años en 1995, Pacquiao ha transitado por 10 divisiones, y no ha dado señales de perder un ápice de su velocidad, su energía y su imparable volumen de golpes.
Nadie ha podido doblegarlo en más de dos ocasiones, y si efectivamente realiza un combate ante Juan Manuel Márquez en su próximo compromiso y derrota al enorme campeón mexicano de manera convincente (luego de empatar y ganar en dos cerrados y memorables combates), entonces no habrá un solo púgil en la tierra que pueda alegar fehacientemente su superioridad sobre Pacquiao.
El actual congresista de su país es quizás el rostro del boxeo en el mundo actualmente, y ante Mosley (46-6-1, 39 KOs) tendrá a un púgil que marcó, con un enorme esfuerzo y una inagotable voluntad de éxito, una época en el boxeo a fuerza de venir deshacer mitos y de imponerse ante cualquier desafío. Saltó a la fama como el primer escollo en el camino de Oscar de la Hoya (a quien venció dos veces en memorables choques llenos de acción y gran boxeo) hacia una mayor gloria, siendo hasta hoy el único en doblegar al Niño de Oro en dos oportunidades. Destruyó, a pesar de no haberse hecho un nombre como pegador, a dos sólidos y rudos campeones como Ricardo Mayorga y Antonio Margarito, y hasta dejó una imagen de valentía y arrojo extraordinarios en sus dos mayores derrotas, ambas ante el gran Vernon Forrest allá por el 2002. La posibilidad, entonces, de que Mosley baje del pedestal a otro grande de su época no parece muy lejana.
"Cuando se habla de Mosley, se habla de un gran peleador, una leyenda", dijo Richardson sobre su pupilo. "Mosley no tiene que igualar a Pacquiao, porque Mosley tiene sus propias herramientas para mostrar en esta pelea.
Pero el factor esencial de esta ecuación es el momento que viven ambos actualmente. Mientras que Pacquiao viene montado en una racha de 13 victorias consecutivas (y de 26-1-2 en los últimos 12 años) ante boxeadores de primer nivel, Mosley viene de una deslucida racha de 2-2-1 en sus últimos cinco pleitos, incluyendo un muy mediocre empate ante Sergio Mora en su último compromiso, y una amplia derrota ante Floyd Mayweather Jr. en el pleito anterior. El último asalto que ganó Mosley fue el segundo asalto de su choque ante Mayweather, hace ya un año atrás, pero ese round fue probablemente el más complicado que tuvo que vivir Mayweather en mucho tiempo. No exageramos si decimos que un Mosley en mejor estado hubiese logrado un mucho mejor combate en aquella ocasión, y la posibilidad de que revierta aquella impresión en esta oportunidad no es de lo más esperable. Aún así, las expectativas siguen muy altas.
"Este ha sido el mejor campamento hasta ahora, y Manny está en gran forma. Quiere seguir entrenando hoy también, pero yo lo quiero dejar descansar. Así que voy a tener que negociar con él", afirmó entre risas Roach a su turno de dar cuenta de lo que espera de su pupilo. Minutos antes, Bob Arum había presentado a Roach comparándolo con leyendas como Eddie Futch y Ray Arcel, dos grandes entrenadores de antaño y verdaderos íconos de la profesión.
"Todos trabajamos duro para esta pelea, y estamos listos", retrucó Mosley a su turno, con un tono lento y trabado que da a entender que sus años de batalla sobre el ring puedan estar afectándolo peligrosamente. "Le agradezco a Pacquiao porque esta pelea no se hubiese hecho si él no quería, y quizás le agradezco un poco a Mayweather también", concluyó el campeón aludiendo a la negativa constante de Pretty Boy Floyd de enfrentar a Pacquiao y así posibilitarle esta oportunidad en la que intentará dar la sorpresa ante el mejor púgil del mundo en estos momentos.
"Estamos aquí para presenciar la mayor sorpresa en la historia del boxeo, que es la victoria de Shane Mosley sobre Manny Pacquiao", dijo escuetamente el siempre locuaz James Prince, representante de Mosley, al que luego comparó con aquel Diego Corrales que sorprendió a José Luis Castillo en un memorable combate en este estadio hace ya varios años.
A su turno, el promotor de la velada, Bob Arum, soltó un poco más la lengua para dar cuenta del amplio rango de actividades de su pupilo.
"Hay tantas cosas para decir. Podemos hablar de su carrera como músico", dijo Arum, quien mencionó que Manny va a cantar después de la pelea en el Mandalay Bay Beach Party, en la única fiesta oficial posterior al pleito donde cantará en vivo su nuevo éxito "Cuando nos tocamos" lanzado oficialmente en iTunes y otras plataformas recientemente. "Puedo hablar de sus aspiraciones políticas también", afirmó Arum, mencionando que el sistema de bienestar social en las Filipinas lleva el nombre de Manny Pacquiao, debido a su apoyo constante a becas escolares, escuelas, hospitales, etc. "Y encima", concluyó Arum, "es un gran peleador".
Evitando dar pronósticos, Pacquiao se despidió diciendo que "es bueno regresar a Las Vegas. El sábado estoy bastante seguro de que voy a ganar la pelea, pero nuestra principal preocupación es hacer una gran pelea para la gente. Nos vamos a asegurar de que sea una gran pelea y que la gente salga feliz", indicó Pacquiao, señalando que la pelea estaba completamente vendida con 16.000 boletos agotados en el estadio y una gran compra de sistemas pay-per-view ya contratadas, y dándole crédito a su rival y su vistoso estilo como responsable partícipe de ese éxito. "He peleado con otros peleadores aquí y no se han vendido todos los boletos, pero con Mosley está todo vendido", dijo el filipino.
El locuaz y siempre acertado entrenador de Mosley Nazeem Richardson concordó en términos sencillos pero claros.
"Nunca nadie ha dicho que quieren que les devuelvan el dinero después de ver pelear a Pacquiao o Mosley, y esta no va a ser la primera vez que pase eso", concluyó el veterano entrenador.
Por Diego Morilla
ESPNdeportes.com
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Vázquez Jr. ni entabla el sábado
Por más que busco una posibilidad, una miserable oportunidad de victoria para Papito Vázquez el próximo sábado en Las Vegas, menos la veo. Tal vez yo esté equivocado al comentarlo, porque el riesgo es fallar y alimentar al lector-fiscal-inquisidor, pero creo que es demasiado cómodo pasar por neutral, que yo también sé hacerlo, pero no es mi estilo.
Ni de tablas le veo chance al boricua y me parece que Arce es superior al hijo de Wilfredo en todo.
Si se revisa el récord de Papito, como el de otros que hay exhibiendo fajas mundiales o esperando en el escalafón, se puede decir que ya era hora de que probara su clase y demostrara que es un campeón de verdad, lo que yo no dudo en cuanto a valor personal; pero no tiene con qué ganarle a Jorge Arce el sábado que, aparentemente, regresa con seriedad y determinación y estamos hablando de un triple campeón, un posible inmortal de los dos salones, California y Nueva York.
La pelea grande, la starbout, se ve clara con Pacquiao haciendo picadillo con hueso y todo a Mosley; pero siempre existe la alternativa dichosa con dos ó tres cosas que asoman el hocico como recordatorio: Mosley ha sido un gran boxeador, corajudo, asimila y domina un buen gancho al plexo que lo coloca con maestría y, todavía, nadie sabe cómo va el filipino cuando le agitan o8220;la penca de bacalaoo8221; en los planos bajos.
Como boxeo, las dos peleas grandes del sábado parecen claras: a Papito Vázquez jr Arce debe ganarle y, a Mosley, el asiático se lo debe comer vivo.
Sin embargo, lo que la vida enseña: en el caso de Pacquiao es en el único que puede resucitar un muerto; aunque parezca, y lo es, una contravención de lo lógico razonable.
Por Andrés Pascual Pie de grabado: A mi modo de ver, “ni el médico chino” lo salva ante Arce. Por más que busco una posibilidad, una miserable oportunidad de victoria para Papito Vázquez el próximo sábado en Las Vegas, menos la veo. Tal vez yo esté equivocado al comentarlo, porque el riesgo es fallar y
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