Me ha parecido un articulo interesante, mas alla de la razon que pueda tener Jake Rossen en algunas cosas. A ver que os parece a vosotros.
Mirko Cro Cop Filipovic tiene una explicación para justificar porque lució tan displicente en la pelea que tuvo contra el substituto de última hora, Anthony Perosh, el fin de semana del pasado UFC: A pesar de estar en el negocio de los golpes, no queria lastimar a nadie.
"Estoy muy arrepentido por haber tenido que lastimar a Perosh", le dijo a un site de noticias de Croacia en una historia que fue traducida por Fightero39;s Only. "Traté de pelear con la mayor consideración posible. Incluso evité ir al piso porque soy siete u ocho kilos más pesados que él... simplemente no podia hacerle eso cuando estaba tan ensangrentado".
Más allá de lo comprensible que puedan ser las explicaciones, "consideración" no es una palabra que escuchemos a menudo en una pelea. La meta es hacer que el otro pierda, lo cual frecuentemente involucra golpes y sumisiones hasta dejar al rival semi-inconsciente. Que Filipovic admita que su actitud puede cambiar según sus sentimientos personales -- Perosh es también croata -- o en un flash de compasión a mitad de pelea habla de las contradicciones en la mentalidad de un peleador. (Y si siguen este deporte con regularidad, sabrán que es una de muchas).
Filipovic no siempre fue tan generoso. En 2006, convirtió la cara de Wanderlei Silva en un melón post-caida de un quinto piso; pero después de que los doctores habilitaran a Silva para continuar, Filipovic encajó una de sus temidas patadas en el mismo costado donde tenia el ojo cerrado.
Noquar a un ciego es un negocio sin escrúpulos. ¿Qué es lo que llevó entonces a Filipovic a cambiar de mentalidad? Docenas de peleadores han expresado preocupación por la seguridad de sus oponentes, aunque la mayoria se lo reserva para después de que la pelea -- y la cuenta bancaria -- ha sido definida. La mayoria ve las lesiones como una condición necesaria para ganar o perder. Pero no es siempre una decisión consciente: Frank Shamrock no castigó a Igor Zinoviev en 1998 porque sabia que eso podia terminar con su carrera. Creo que él sabia que era una de las posibilidades. Él y Zinoviev, como todos los peleadores, entraron sabiendo que lesión sin malicia sigue siendo lesión.
Ser consciente de esas consecuencias no se trata sólo del daño impartido. Si Filipovic hubiera apretado las tuercas, podria haber liquidado a Perosh con una espectacular conclusión y recolectados bonos por la victoria más impresionante de la noche. Pero parece que el sentido moral de Filipovic interfirió -- una elección fácil cuando el lucrativo súper estrellato en Japón habria hecho ver el depósito de 50 mil dólares extra como algo inconsecuente. Japón es como el Viejo Oeste, donde el uso de drogas, la liviandad de las reglas y la excitación están valorados por encima de las victorias suaves. Japón en el o39;00 se asemejó a las MMA americanas en los o39;90s, que fue catalogada de innecesariamente violenta y politicamente infectada. Algunos de los momentos más violentos del deporte se dieron en esta era: Gary Goodridge castigando y castigando a un indefenso Paul Herrera, David Tank Abbott aplicándole brutos hematomas a puño abierto a todos sus rivales. Lastimar a alguien no era algo que se evitaba. Solia ser el punto.
Esta ofensiva sin piedad se debia en parte a lo poco capacitado que estaban los atletas y lo malo que eran los arbitrajes, ¿pero es posible que esta violencia se diera también como resultado de no tener que rendir cuentas a nadie? Hoy los atletas de MMA se están convirtiendo rápidamente en mascotas corporativas para compañias tan homogéneas como Reebok y Under Armor. ¿Dudaria Wheaties de poner a Frank Mir en una caja de cereal si le partiera el brazo en dos a Shane Carwin? ¿Pasan estas consideraciones por el subconsciente en el breve instante en el que un peleador debe decidir ser o no ser cruel?
Si la nueva camada de combatientes es tan cuidadosa como Filipovic, podriamos tener una buena razón para no volver a ver peleas en las que se enfrentan dos amigos. Lyoto Machida y Anderson Silva han jurado nunca pelear; Rashad Evans y Keith Jardine ni siquiera hablan de eso. Y si los promotores los fuerzan, como han indicado que harian en su intento por determinar quién es el mejor, podriamos encontrarnos con esta linea de pensamiento. Si Machida tuviera rendido a Silva, seria imposible que fuera por la paliza. Y una pelea manchada con ese tipo de duda, no es buena para nada.
Puede que Filipovic simplemente haya jugado un poco con la prensa, ofreciendo una excusa compasiva por lucir tan vago ante un hombre que realmente no tenia nada que hacer en el ring con él. O podria ser ahora un peleador que permite que su humanidad infecte su pelea. Eventualmente, se encontrará con alguien que no le genere tal conflicto interno. ¿Dudará en romperle un hueso a un rival si está en posición ventajosa?
Ese es el problema de la compasión en combate: es una regla no escrita. Y si estás preparado para mostrar piedad ante un rival, necesitas estar preparado para que tus rivales no tengan absolutamente ninguna compasión contigo.
Por Jake Rossen
www.sherdog.com
Mirko Cro Cop Filipovic tiene una explicación para justificar porque lució tan displicente en la pelea que tuvo contra el substituto de última hora, Anthony Perosh, el fin de semana del pasado UFC: A pesar de estar en el negocio de los golpes, no queria lastimar a nadie.
"Estoy muy arrepentido por haber tenido que lastimar a Perosh", le dijo a un site de noticias de Croacia en una historia que fue traducida por Fightero39;s Only. "Traté de pelear con la mayor consideración posible. Incluso evité ir al piso porque soy siete u ocho kilos más pesados que él... simplemente no podia hacerle eso cuando estaba tan ensangrentado".
Más allá de lo comprensible que puedan ser las explicaciones, "consideración" no es una palabra que escuchemos a menudo en una pelea. La meta es hacer que el otro pierda, lo cual frecuentemente involucra golpes y sumisiones hasta dejar al rival semi-inconsciente. Que Filipovic admita que su actitud puede cambiar según sus sentimientos personales -- Perosh es también croata -- o en un flash de compasión a mitad de pelea habla de las contradicciones en la mentalidad de un peleador. (Y si siguen este deporte con regularidad, sabrán que es una de muchas).
Filipovic no siempre fue tan generoso. En 2006, convirtió la cara de Wanderlei Silva en un melón post-caida de un quinto piso; pero después de que los doctores habilitaran a Silva para continuar, Filipovic encajó una de sus temidas patadas en el mismo costado donde tenia el ojo cerrado.
Noquar a un ciego es un negocio sin escrúpulos. ¿Qué es lo que llevó entonces a Filipovic a cambiar de mentalidad? Docenas de peleadores han expresado preocupación por la seguridad de sus oponentes, aunque la mayoria se lo reserva para después de que la pelea -- y la cuenta bancaria -- ha sido definida. La mayoria ve las lesiones como una condición necesaria para ganar o perder. Pero no es siempre una decisión consciente: Frank Shamrock no castigó a Igor Zinoviev en 1998 porque sabia que eso podia terminar con su carrera. Creo que él sabia que era una de las posibilidades. Él y Zinoviev, como todos los peleadores, entraron sabiendo que lesión sin malicia sigue siendo lesión.
Ser consciente de esas consecuencias no se trata sólo del daño impartido. Si Filipovic hubiera apretado las tuercas, podria haber liquidado a Perosh con una espectacular conclusión y recolectados bonos por la victoria más impresionante de la noche. Pero parece que el sentido moral de Filipovic interfirió -- una elección fácil cuando el lucrativo súper estrellato en Japón habria hecho ver el depósito de 50 mil dólares extra como algo inconsecuente. Japón es como el Viejo Oeste, donde el uso de drogas, la liviandad de las reglas y la excitación están valorados por encima de las victorias suaves. Japón en el o39;00 se asemejó a las MMA americanas en los o39;90s, que fue catalogada de innecesariamente violenta y politicamente infectada. Algunos de los momentos más violentos del deporte se dieron en esta era: Gary Goodridge castigando y castigando a un indefenso Paul Herrera, David Tank Abbott aplicándole brutos hematomas a puño abierto a todos sus rivales. Lastimar a alguien no era algo que se evitaba. Solia ser el punto.
Esta ofensiva sin piedad se debia en parte a lo poco capacitado que estaban los atletas y lo malo que eran los arbitrajes, ¿pero es posible que esta violencia se diera también como resultado de no tener que rendir cuentas a nadie? Hoy los atletas de MMA se están convirtiendo rápidamente en mascotas corporativas para compañias tan homogéneas como Reebok y Under Armor. ¿Dudaria Wheaties de poner a Frank Mir en una caja de cereal si le partiera el brazo en dos a Shane Carwin? ¿Pasan estas consideraciones por el subconsciente en el breve instante en el que un peleador debe decidir ser o no ser cruel?
Si la nueva camada de combatientes es tan cuidadosa como Filipovic, podriamos tener una buena razón para no volver a ver peleas en las que se enfrentan dos amigos. Lyoto Machida y Anderson Silva han jurado nunca pelear; Rashad Evans y Keith Jardine ni siquiera hablan de eso. Y si los promotores los fuerzan, como han indicado que harian en su intento por determinar quién es el mejor, podriamos encontrarnos con esta linea de pensamiento. Si Machida tuviera rendido a Silva, seria imposible que fuera por la paliza. Y una pelea manchada con ese tipo de duda, no es buena para nada.
Puede que Filipovic simplemente haya jugado un poco con la prensa, ofreciendo una excusa compasiva por lucir tan vago ante un hombre que realmente no tenia nada que hacer en el ring con él. O podria ser ahora un peleador que permite que su humanidad infecte su pelea. Eventualmente, se encontrará con alguien que no le genere tal conflicto interno. ¿Dudará en romperle un hueso a un rival si está en posición ventajosa?
Ese es el problema de la compasión en combate: es una regla no escrita. Y si estás preparado para mostrar piedad ante un rival, necesitas estar preparado para que tus rivales no tengan absolutamente ninguna compasión contigo.
Por Jake Rossen
www.sherdog.com
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